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26 mar 2013

DESPEDIDO EL ARQUEÓLOGO MUNICIPAL DE MANILVA (MÁLAGA)


El Ayuntamiento de Manilva soporta una deuda de unos treinta millones de euros. Con una población censada inferior a quince mil habitantes, se podría decir que cada uno de ellos, de nosotros (pues aquí estoy empadronado), debemos más de dos mil euros. La gestión municipal, en principio, parece más que deficiente, pésima. Por otro lado, las noticias insisten en el altísimo nivel de corrupción que, aparte de la deuda, sufrimos. Nepotismo, enchufismo, arbitrariedad, irregularidades y presuntos delitos en los ámbitos de la contratación de personal y de la provisión de servicios al parecer empañan buena parte de la dinámica cotidiana en las actividades consistoriales.

Los manilveños, muchos de nosotros al menos, estamos ciertamente preocupados. Quienes, como yo, vivimos aquí desde hace poco tiempo nos sorprendemos (y enfadamos) cuando constatamos el miedo de la población a opinar en público sobre estas cuestiones, importantes sin duda. Mirar con disimulo alrededor antes de expresar descontento o indignación por la última barbaridad nacida en los despachos municipales es algo que suena… a lo que suena. Pero ocurre: hay miedo a expresarse libremente. Durante unos meses me parecía casi divertido, por lo inhabitual, pero a día de hoy me exaspera, me irrita, me incomoda, me repugna.

César León (izquierda) con el autor de esta entrada
Los motivos que movieran la mano de quien haya firmado los decretos de despido de los últimos trabajadores públicos (no funcionarios, como ha dicho algún medio de comunicación) son las “causas objetivas”. Es decir, el comodín patronal para soltar lastre y depurar desafectos (recordemos el color del partido que ampara a este gobierno local: ¿no duele a Izquierda Unida en su programa ideológico?).

Nosotros somos “microempresarios”, hemos soportado y soportamos aún el peso de los clientes morosos, las exacciones gubernamentales vía impuestos, lo peor de la burbuja inmobiliaria, la irresponsabilidad tediosa de la administración del Estado, la sangre gorda de las entidades bancarias y la de algunos trabajadores vagos. También somos expectadores del helador silencio de los entes públicos, fiscales y profesores, inspectores y políticos… quienes -como asépticos poetas- miran sin ver garras pulidas, grajos mélicos, corazonados truhanes y razonables espesos brutos. Sin ver, sin hablar y sin actuar.

Entendemos muy bien que los ayuntamientos necesitan reorganizar sus plantillas laborales, cargadísimas a menudo por su mal uso para el pago de favores, la estrategia de control partidista y el pedestre enchufismo de toda la vida. Sobra gente, en Manilva también, por supuesto (medio millar de trabajadores municipales, en números redondos) y algo hay que hacer. Pero entre hacerlo bien y hacerlo a capricho existe gran diferencia, justo la que hay entre honradez y corrupción, para qué engañarnos… Lo corrupto no está tanto en los detalles como en la actitud, en los métodos.

Por otro lado, hay que mirar a lo concreto, también. En este caso se trata del despido del arqueólogo municipal y director del Museo del Castillo de la Duquesa. César León es hoy un arqueólogo entre muchos que se encuentran en situación de desempleo, parados. Hace pocos meses engrosó esa lista gigantesca quien hacía las mismas funciones en el Ayuntamiento de Tarifa, e igualmente uno de los dos que se ocupaban de ello en el de Estepona… Etc. Ignoro si a ellos se lo comunicó una pareja de la policía local tocando el timbre de su puerta fuera del horario laboral, e ignoro si sus superiores jerárquicos (directora de área, concejala y alcaldesa) callaron antes y después de acordar el despido (no cuela que ninguna de ellas estuviera informada, como pretenden hacer creer; las destituciones no se producen solas ni las deciden secretarios, interventores, administrativos o conserjes). A César sí le ha pasado así, algo que contar a sus sobrinos… Tal vez algo que denunciar ante el tribunal competente, concursando con su denuncia en la ruleta de la fortuna.

César León, entre su hermano Juan (izquierda) y el autor de esta entrada (derecha)
La cuestión es que hay un hombre más sin trabajo en la España de los cinco millones de parados, en la Manilva de los treinta millones de deuda. Y la cuestión es que ya nadie ocupa ese puesto, nadie se preocupa de la protección del patrimonio arqueológico local, nadie gestiona las campañas de trabajo internacional en el yacimiento de Alcorrín (que, cuando está siendo excavado, visitan cada año profesores de una decena de universidades, alumnos de otras tantas entidades de diversos países y -como poco- un par de centenares de ciudadanos). Poco ha importado que cuando la policía tocaba a su puerta fuese (aún lo es) el director de oficio de un control de movimiento de tierras en el BIC del Castillo de la Duquesa o estuviera desenmarañando el galimatías administrativo que permitiera la apertura de uno de los chiringuitos de su playa. Nadie pensó que la inminente inauguración de una nueva sala en el Museo, para exposición permanente de los hallazgos de Alcorrín, financiada por el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid y su fundación de amigos, entraba en riesgo de fracaso al perder a su principal organizador. Incierto futuro queda para el proyecto general de investigación en ese mismo yacimiento, de quien César es subdirector y principal gestor de la logística de cada campaña. Y aún peor pinta para el Museo, que, sin su dirección, podría ser cerrado por la Consejería de Cultura en las próximas semanas.

César León
Bueno… quizá se pierda un museo, una sala de exposiciones, un proyecto, su financiación, los puestos de trabajo que ello implica, quizá un ciudadano pierda su negocio o se dañen los restos soterrados bajo el vial del Castillo… No importa porque, al parecer, se ha conseguido lo pretendido: echar a un trabajador honrado (y sindicalista además: el mismo demonio) y maquillar las rojas cuentas públicas, que es lo que cuenta. ¿O no?

Fdo.: José María Tomassetti Guerra, administrador de Arqueotectura S. L.

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15 comentarios:

  1. Una gran verdad...entre tantas y tantas mentiras como escuchamos día a día... un buen profesional ...y mejor persona.. Cesar te apoyamos.. desde Algeciras. Besos

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  2. Perdona, pero estoy un poco lerdo, parezco político y no me entero.
    ¿¿Me estás diciendo?? que Cesar estaba en su casa y se le presentan dos policías y le dicen "que mañana ni aparezcas"ni aviso de despido ni ná??... Esto me recuerda a un país totalitario (legalidad,que es eso).
    Como la labor de Cesar es tan importante e interesante, sinceramente creo que su despido tiene más que ver con sindicalista-política de Izquierda Unida que con un motivo económico.
    Desde el cálido norte, todo mi apoyo a Cesar.

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    1. Amigo Ji V, en el enlace que hemos puesto al pie del post puedes leer una versión en primera persona -incluso dramatizada- del procedimiento de despido que ya es usual en el Ayuntamiento de Manilva. Sin duda hay razones personales y políticas. Más información, desde el punto de vista de la telebasura, en el siguiente enlace:

      http://www.cuatro.com/te-vas-a-enterar/2013/marzo/25-03-2013/alcaldesa-Manilva-despide-funcionarios_2_1577655144.html

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  3. Más de uno y más de dos se preguntan continuamente qué labor realiza un arqueólogo que trabaja en lo público y que apenas excava. No saben que detrás hay una labor callada y nunca reconocida. Trabajo de arqueóloga para una empresa municipal, también en la provincia de Málaga, porque así les resulto más barata. Cada vez que cambiamos de concejal, cuando lleva alrededor de UN AÑO en el gobierno, de pronto se pregunta ¿para qué tenemos arqueólogos en plantilla? Así, nos hacen explicarles cual es nuestra labor. Después de explicársela se vuelven a preguntar (esta vez para sí mismos porque les da cierta vergüenza no entenderlo) ¿para qué tenemos arqueólogos en plantilla? Ahora estamos más tranquilos pero llevamos más de dos años sufriendo la ignorancia y la ineficacia de los que nos gobiernan, sufriendo la crisis del ladrillo. Se nos cae el patrimonio y les da igual, ellos sólo miran de cuatro en cuatro años. Es lamentable que unilateralmente decidan que no tenemos derecho a conocer y disfrutar del patrimonio, que no es suyo, es nuestro.
    Mis más sinceras condolencias a los ciudadanos de Manilva.

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  4. Amén, Tomassetti. Con tu permiso copio y distribuyo.

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    1. Con mi permiso y mis bendiciones. Gracias, Pedro, en mi nombre y en el del propio César.

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  5. Hola Tomasetti,

    Encantada de conocerte y saludarte. Soy Sabrina, Plan de Asuste ;)

    Me ha encantado tu post.

    Absolutamente de acuerdo con tus palabras. Terrible en manos de quién queda el patrimonio artístico y cultural de nuestro municipio.

    Con tu permiso comparto. A ver si así, la gente que es consciente de la situación que vivimos, empezamos también a ser consciente de la necesidad de denunciarlo.

    Un saludo,



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    1. Gracias, Sabrina, por venir aquí, y bienvenida. Este post se complementa muy bien con el tuyo en manilva.ws, por lo que me tomé la libertad de enlazarlo al pie del nuestro.

      Para quienes no lo sepan: Sabrina es otra de las personas afectadas por la última remesa de despidos en el ayuntamiento manilveño. El relato de su experiencia es digno de ser leído y os ayudará mucho a comprender la desasosegante situación que viven los trabajadores municipales en general. Al menos de quienes no gozan de los favores presidenciales.

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  6. Salvador Zotano27 mar 2013, 21:36:00

    Todo mi apoyo a César, a su persona y a su trabajo. Está claro que ser sindicalista, hermano de un socialista militante y un extraordinario trabajador defensor del patrimonio cultural de nuestro pueblo, resulta abiertamente incompatible con la política que desarrolla la alcaldesa de Manilva. Esa de la que hace poco tiempo dije en un artículo de opinión que "tiene la sensibilidad cultural de un zapato", por otra de sus muchas aberraciones.
    Y gracias a José María por decir lo que ha dicho, que es lo que los hombres y mujeres de bien, piensan en nuestro pueblo.

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    1. Gracias, Salvador. Nos mueve tanto la amistad a una buena persona como la certeza de que su trabajo ha sido (sigue siendo) necesario para que el patrimonio cultural local no termine desatendido. La arqueología y los museos en Andalucía (por desgracia también) están sometidos al cumplimiento de leyes, reglamentos y otras numerosas normas que requieren la presencia de un técnico cualificado y con experiencia, que César ha demostrado tener.

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  7. Son muchos mas de treinta los millones de deuda del ayuntamiento de Manilva. Te felicito por este post tan inteligentemente escrito. Conozco a Cesar y deseo que lo mas pronto posible recupere ese puesto de trabajo que tan diligentemente desempeñaba y que nunca deberia haber quedado desierto. Mucho animo Cesar y Sabrina!!!

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  8. Luis Pérez Ramos28 mar 2013, 12:25:00

    Lamentablemente hemos asistido a un nuevo envite dirigido desde una corporación local contra la Cultura.

    Desearía creer que este tipo de acciones/decisiones, amparadas en los necesarios recortes derivados de la crisis económica, no es consecuencia directa de la otra cultura, la cultura en minúscula, la del pelotazo inmobiliario, la de los amiguetes de despacho, la de los maletines y sobres que azota a este país desde finales del siglo XX.

    Que la decisión tomada por los i responsables políticos del ayuntamiento de Manilva, respecto del cese de la única persona encargada de proteger y difundir la Cultura, en mayúscula, es un acto que atenta contra el patrimonio del municipio y por ende de todos los ciudadanos, es un hecho que está fuera de toda duda y resultado de la simiocracia que nos gobierna.

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  9. El Ayuntamiento de Manilva, de Izquierda Unida, ha amortizado la plaza de su responsable de Patrimonio, y da la espalda a una gestión ejemplar de un profesional que ha conseguido proteger los yacimientos arqueológicos del Municipio en tiempos del "boom" inmobiliaro, resistiendo presiones incluso de su propio ayuntamiento, conseguir que Manilva sea la única localidad de la Costa del Sol con un Museo inscrito en la Red de Museos de Andalucía (que tendrá ahora que cerrar sus puertas) y coordinar un Proyecto de Investigación para excavar el excepcional yacimiento manilveño de los Castillejos de Alcorrín, declarado Bien de Interés Cultural por su importancia. En él están implicadas instituciones de gran prestigio, como el Instituto Arqueológico Alemán de Madrid y el Centro de Estudios Fenicios y Púnicos, y el nombre de la localidad está empezando a ser conocido a nivel nacional e internacional. ¿Es consciente Izquierda Unida de lo que está haciendo este Ayuntamiento? ¿Le va a dar la espalda a las políticas de apuesta por el Patrimonio Cultural, una de las posibilidades más firmes para sacar a nuestra región de la crisis? Veremos a ver que ocurre.

    José Suárez Padilla

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  10. Me ha parecido por lo que he hablado y tratado que es un magnífico profesional, enamorado de su trabajo, que un día le hice una pregunta y me dió una conferencia, con dibujos incluidos, donde me documentó muy bien sobre lo que ignoraba. Y muy servicial, cuando me he visto sin llave en el Castillo para abrir la exposición en fines de semana, el me dajaba la suya
    Espero que el petrimonio lo quede desvalído, al pairo del que quiera llevarse un "recuerdo".
    Y me hago una pregunta ¿En un pueblo turístico, donde la oferta cultural es cada vez más valorada y buscada por los que nos visitan, esto es un ahorro?

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  11. Nuestra labor no se reconoce, nadie piensa que tras la figura de un arqueólogo hay años de estudio, formación, horas bajo el sol... Lamentablemente parte de la sociedad no valora nuestra labor. Trabajo en un yacimiento, un gran porcentaje de los visitantes me comenta que los trabajos arqueológicos deben ser voluntarios y no remunerados, según sus palabras "como un hobby". Si los gobernantes comparten esta idea vamos a ver más de un caso como el de Manilva.

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